Hace cinco años sólo existían tres blogs en la Internet: el de
La Shelle, el de
Dabit y el de
un wey de Durango que le tomó unos videos pornográficos a Michelle Vieth. Anticipándome al éxito de la nueva tendencia —o quizá provocándolo— inicié Guso Punto Com el 20 de octubre del 2004. Aquella mañana, desesperado, escribí una intrascendente primera entrada, inocentemente titulada
Pininos. Cómo quisiera haberme comportado con la reverencia que aquel acto merecía.
A ocho días de iniciado el blog, y siendo este aún un ordinario diario en línea, apareció la primera entrada cuyo título mostraba el formato de binomio tan característico de Guso Punto Com:
Toxoplasmosis y Choco Crispis. Sin embargo, no fue sino a partir del 9 de diciembre de ese mismo 2004 cuando la enemistante
Metales y Florecitas inició la secuencia que permanece indetenible hasta hoy.
La controversia es un recurso barato al que recurro con regularidad para involucrar emocionalmente al lector con Guso Punto Com. Generalmente, a mayor desfachatés en una entrada, mayor la cantidad de comentarios que se le anotan. Obviamente las reglas tienen poderosas excepciones, y resulta delicioso cuando el comentario del que lee viene a mejorar la entrada del que escribe. Pero esto va de un blog cumpliendo cinco años y deberíamos entonces mencionar las cinco entradas con mayor número de comentarios:
Celebraciones y Ciudades tuvo 22, en
Mesas y Fotografías hubo 25,
Viejitos y Seguidores alcanzó 28, fueron 30 para
Instrumentos y Fealdades (en la que estúpida y ridículamente me puse a discutir y justificar lo escrito) ... pero estas cuatro no tienen mucho qué hacer contra los 82 comentarios —¿insultos?— dejados por los perdedores fanáticos de Aerosmith y arduos detractores de Guso Punto Com en
Ancianos y Guitarras.
Este es un blog con estilo gráfico, también. Con apenas tres meses publicándose,
Blog y Pop Art anunció el
primer cambio de imagen y el distanciamiento total de las plantillas prediseñadas por parte de Guso Punto Com; esto tras una crisis de individualidad provocada al encontrar
un blog igualito al mío. Poco duró el atuendo, que fue cambiado inmediatamente por
otro más sencillo y al que, como peculiaridad, se le cambiaba la imagen del encabezado en cada actualización. El
21 de enero del 2006 fue presentado el diseño con el consabido panda en la cabecera, todo en un fondo amarillo que fue destituído en cuestión de días tras la insoportabilidad que provocaba a la vista.
La imagen ya en blanco y negro, diseñada por
Marce, permaneció en uso por más de tres años y medio, hasta hoy, en que se presenta este nuevo atuendo que guarda muchos elementos del anterior. ¿Sabías que algunas personas quizá hayan llegado a visitar el blog durante las pocas horas que estuvo
disfrazado de Atari?.
Cinco años. En
Aniversario y Repaso se agruparon mis 10 publicaciones favoritas del primer año.
Reapariciones y Reencuentros presentó la selección del segundo año. El tercer año tuvo su recopilación en
Pasteles y Calendarios. Con
Años y Recuentos se seleccionaron las del cuarto. Finalmente, en
Años y Listados aparece mi selección del quinto año de Guso Punto Com. Así, si deseas una lista con mis 50 entradas favoritas de los primeros cinco años, sería sólo cuestión de leerte estos cinco títulos. Y bueno... está también
Celebraciones y Documentales, que conmemoró el primer año del blog explicando el proceso que se sigue para crear una entrada; proceso que permanece casi idéntico hasta el día de hoy, añadiéndosele la búsqueda de una imagen, preferentemente en blanco y negro, para ilustrarla.
Y pues resulta que si publicas en un blog tres veces por semana durante cinco años descansando un mes cada año, terminas con 703 entradas. El lustro ha sido vivido por casi 290,000 visitantes, cuya cultura informática vale señalar, ya que la mayoría de ellos utiliza Mozilla Firefox para entrar a Guso Punto Com, apenas por encima de Internet Explorer. Dentro del mismo rubro informático, existen en la Internet unas 680 ligas que llevan a Guso Punto Com, la mayoría de ellas aterrizando en alguna entrada en particular.
¿Le seguimos?