Metal y florecitas

Qué chistosos los metaleros. Van a un concierto a escuchar música estridente tocada a velocidades altísimas con voces guturales mientras se golpean unos a otros y los músicos les escupen. Luego alguien dispara y tienen el cinismo de soprenderse y hasta indignarse.

Pobrecito Dimebag Darrell. Su vida fue un drama. Era hijo de un productor de música country. ¿Te imaginas la niñez del hijo de un productor de música country? Pobrecito Dimebag Darrell. Eso fue suficiente para condenarlo a llevar una vida llena de speedmetal, alcohol y piochitas rojas. El metal y Pantera lo llevaron a la fama. Pero todos sabemos que el rock es ingrato. Ese mismo metal que tan feliz lo hizo, lo condujo al único lugar al que conduce siempre: a una muerte violenta. Pobrecito Dimebag Darrell. Y sus fans ya le están dejando flores. ¡Imagínate! ¡Ser metalero y que te lleven flores! Pobrecito Dimebag Darrell. Pero ojalá disfrute sus últimos quince minutos de fama: lo mataron el mismito día que a John Lennon. Yo creo que nadie se va a acordar luego. Es como cumplir años en Navidad.