29 de septiembre de 2010

Perspectivas y Calles

A instancia de algunos amigos, me he convertido en asiduo usuario de la bicicleta. Me monto en ella tanto para pasear como para trasladarme de un punto A a un punto B y de regreso. Incluso, en alguna ocasión realicé un recorrido de un punto D a un punto R, regresando por un punto W intermedio.

Yo soy de observar. Puedo entretenerme donde sea meramente observando y algo que disfruto de la bicicleta es la nueva perspectiva que me da para observar. Tenía tiempo de no encontrar un nuevo punto de vista para mirar la ciudad.

Ahí vamos en los autos por avenidas a altas velocidades, viendo los carriles y calculando las aceleraciones de los otros cuerpos para no golpearlos sino aventajarlos. Ahí vamos por las calles de zonas residenciales con los ojos pegados al pavimento y esperando esquivar a algún niño de esos que corren detrás de las pelotas.

Desde la bicicleta uno puede ir viendo esos segundos pisos de las tiendas del centro que desde la banqueta de los peatones no son visibles y desde dentro del auto tampoco. Desde la bicicleta descubres que esa casa frente a la que pasas a diario tiene un jardín trasero donde se esconde un departamento. Desde la bicicleta tienes la facilidad de meterte a ver a dónde es que lleva ese callejón donde por años te ha dado pereza meterte en auto y miedo meterte a pie.

24 de septiembre de 2010

Patios y Palacios

Un tipo logró escabullirse hacia adentro del Palacio Legislativo de México y jurar como diputado. Tenía más de un año prófugo de la justicia, escondido sabrá Jesús Nuestro Salvador dónde. Ya endiputadeado, el señor adquiere su mentado fuero, tornándose intocable para las leyes.

Así funciona México, como un patio de recreo para segundo de primaria, con leyes del tipo “el que llegue a los columpios se salva para siempre”.

21 de septiembre de 2010

Cielos e Infiernos

La tradición judeocristiana (a veces dramática, a veces risible), nos habla de premios y castigos, de Cielo e Infierno. Sus estatutos señalan que si eres bueno, terminarás en el Cielo con Dios, colmado de felicidad y gloria. Pero, si eres de los malos, serás remitido al Infierno, donde el Diablo te atormentará por los siglos de los siglos amén.

Encuentro una inconsistencia en la idea central del asunto. Una inconsistencia que no entiendo cómo ha podido ser ignorada por veinte siglos. El Diablo odia a Dios, ¿no? El Diablo quiere la maldad. Quiere que no hagamos lo que Dios espera. Quiere que seamos malos. Entonces, ¿por qué el muy satánico nos castigaría por ayudarle a cumplir su cometido? ¿No sería el Infierno menos mazmorra y más club nocturno?

17 de septiembre de 2010

Teoremas y Cervezas

Me preguntó que si qué era un ocho de León. “Es como un seis de Tecate Light, pero en vez de seis, ocho; y en vez de Tecate Light, León”, le contesté.

15 de septiembre de 2010

Mexicanos y México

La violencia que desangra a México no es culpa de Felipe Calderón o del gobernador. No es culpa nada más de los que consumen drogas ni de los narcotraficantes y sus cárteles.

La culpa la tienes tú, que cuando te detuvo un oficial de tránsito por conducir en estado de ebriedad solucionaste todo dándole $500 pesos. La culpa la tienes tú, que cuando no pasaste el examen de admisión para el Colegio de Bachilleres tu papá habló con su amigote y te consiguió un lugar. La culpa la tienes tú, que das una propina al despachador de la gasolina para que te haga la factura por una cantidad mayor a la que realmente compraste para luego cobrarla en tu trabajo. La culpa la tienes tú, que diste de alta a tu prima en el Seguro Social para que tuviera guardería gratuita. La culpa la tienes tú, que permitiste a tu comadre tomar una segunda plaza de maestra a un año de su jubilación para retirarla con doble sueldo. La culpa la tienes tú. Viva México. Sobrevivan los mexicanos.

10 de septiembre de 2010

Palitos y Algodones

Frecuentemente fantaseo con una escena harto extraña. Estoy en el cuarto de baño limpiando mi oído con un hisopo* cuando, repentinamente, alguien abre la puerta y empuja el bastoncito bien pero bien adentro de mi cabeza. Tardan varias horas en descubrir por qué es que morí, ya que de tan incrustado que está el hisopo, nadie lo nota sino hasta después.

* Los médicos recomiendan no limpiar el canal auditivo con hisopos, sino dejar que el propio oído deseche la cerilla. Guso Punto Com es un blog de apuntes con fines literarios; no documentales ni mucho menos medicinales. El autor no acostumbra ni recomienda limpiarse los oídos con hisopos.

7 de septiembre de 2010

Escenas y Memorias

Los insomnios en la adolescencia tenían un sabor muy distinto a los de ahora. Hasta una praxis podía encontrársele. Aquellas noches acompañado de tremenda leche con chocolate en un vaso de un litro de capacidad estampado con Dick Tracy. Aquellas noches en que vi las mejores películas olvidables que he visto en mi vida.

La más memorable y menos constatable fue la de cierta carrera de automóviles donde los conductores obtenían puntos atropellando personas y Sylvester Stallone era uno de los corredores. Qué clara me es la escena donde unos médicos, fanáticos de la competencia, colocan a varios pacientes enyesados y/o en sillas de ruedas para que los arrollasen; siendo la sorpresa que fue sobre los propios doctores por quienes fueron. Otra de las películas creo acontecía en una de esas guerras mundiales, protagonizada por unos jovensísimos Robert De Niro y Gérard Depardieu. Poco recuerdo de la trama, pero vaya que la imagen de ambos actores desnudos siendo manualmente estimulados por una prostituta se me quedó improntada.