29 de septiembre de 2010

Perspectivas y Calles

A instancia de algunos amigos, me he convertido en asiduo usuario de la bicicleta. Me monto en ella tanto para pasear como para trasladarme de un punto A a un punto B y de regreso. Incluso, en alguna ocasión realicé un recorrido de un punto D a un punto R, regresando por un punto W intermedio.

Yo soy de observar. Puedo entretenerme donde sea meramente observando y algo que disfruto de la bicicleta es la nueva perspectiva que me da para observar. Tenía tiempo de no encontrar un nuevo punto de vista para mirar la ciudad.

Ahí vamos en los autos por avenidas a altas velocidades, viendo los carriles y calculando las aceleraciones de los otros cuerpos para no golpearlos sino aventajarlos. Ahí vamos por las calles de zonas residenciales con los ojos pegados al pavimento y esperando esquivar a algún niño de esos que corren detrás de las pelotas.

Desde la bicicleta uno puede ir viendo esos segundos pisos de las tiendas del centro que desde la banqueta de los peatones no son visibles y desde dentro del auto tampoco. Desde la bicicleta descubres que esa casa frente a la que pasas a diario tiene un jardín trasero donde se esconde un departamento. Desde la bicicleta tienes la facilidad de meterte a ver a dónde es que lleva ese callejón donde por años te ha dado pereza meterte en auto y miedo meterte a pie.

5 comentarios:

Urbano dijo...

Alguna vez le dije eso a alguien...
Creo.

Evarista Tragedia dijo...

También en la bicicleta vuelas si tienes a un extraterrestre cursi dentro de tu canastilla.

Yo estaré aquí ---> en tu blog, leyéndote.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Profe Triste dijo...

En la bicicleta también se pueden observar las gotas de sudor de las plantas y de los hombres.

Es una lástima que en la bicicleta sea tan difícil llegar a los arrabales sano y salvo, sobre todo si el punto B estaba en una cantina del centro de la ciudad.

Anónimo dijo...

te invito a que pases a otro nivel y empieces a competir