28 de febrero de 2009

Computadoras y Limbos

Cuando aquel amigo mío se conectaba al servicio de mensajería por Internet, invariablemente señalaba que escuchaba Robophobia de James Zabiela. En alguna ocasión me explicó que esto se debía a una incomprensible falla de los programas, pero aún así, cuando yo lo veía en línea, me lo imaginaba mortificadísimo escuchando la misma canción una y otra vez.

Tiempo después Amigo murió. De pronto lo encuentro en línea —no me explico cómo ni me he atrevido a averiguarlo— y aún escuchando Robophobia de James Zabiela. Pobre. Parece que ni en el Más Allá ha logrado librarse del tema.

26 de febrero de 2009

Buenos y Malos

Los varoncitos de mi salón del Jardín de Niños Cri Cri estábamos divididos en dos bandos: Los Buenos —lidereados por Óscar— y Los Malos —con Raymundo al frente—. Los Malos eran apenas cuatro niños, uno de ellos con anteojos. Los Buenos éramos el resto del Tercero Blue, es decir, nueve chavitos.

Aquel día en el recreo Óscar congregó a Los Buenos para anunciarnos el plan que acababa de idear: uno de nosotros debería infiltrarse entre Los Malos. ¿Ves por qué Óscar era el jefe? La idea de un espía es algo muy loable a los 5 años de edad. Total que no recuerdo si voluntariamente o por designio, terminé yo poniéndome a las órdenes de Raymundo, quien desconfiado primero y halagado después, me recibió como uno de Los Malos.

En apenas esas edades, ya era yo un humanito observador y analítico. Lo que más ocupaba mi mente en mi recién adquirido trabajo de espía era una duda. ¿Por qué esos niños eran Los Malos? ¿Por qué estaban sometidos a esa especie de exilio? Y es que Los Malos no era un grupo que se hubiese unido por gusto o afición, sino más como un club de compañía para sopesar el relego.

A los pocos minutos, Raymundo interrumpió el juego con que se entretenían. "Vamos a ver la popó", dijo. Su idea fue recibida por Los Malos con el mismo entusiasmo con que Los Buenos habían vitoreado la del espía de Óscar. Atropelladamente, corrieron —yo entre ellos— al baño de niños, donde se congregaron alrededor de un mingitorio. Ahí, tendida en donde no debía, una popó era admirada por Los Malos, mientras yo entendía por qué estos cuatro párvulos eran rechazados.

24 de febrero de 2009

Patas y Pies

El tener términos diferentes para las extremidades de los humanos y las del resto de los animales me sigue pareciendo una necedad producto de complejos evolutivos no superados. No veo más explicación a esta aferración que la de enumerar cuantas diferencias sea posible entre nosotros y otras especies para sentirnos "menos animales".

19 de febrero de 2009

Giros y Resultados

En su acepción original, la mexicana, el trompo se hace girar imprimiéndole momentum por medio de un cordel. La operación se logra con precisos movimientos del brazo y especialmente de la muñeca. El hecho de hacer bailar al trompo es el objetivo a alcanzar.

La versión norteamericana del trompo no incluye la utilización de cordel alguno: simplemente se le inserta en un adminículo que, tras accionar un botón, lo pone a girar. El resultado —un trompo bailando— es aquí lo único que importa.


17 de febrero de 2009

Siluetas y Relojes

El charlatán de la superación personal dijo que percibir a la bailarina girando con o contra las manecillas del reloj dependía de la predominancia en la utilización de alguno de los hemisferios cerebrables. Agregó que aquellos que pudiesen verla girando en ambos sentidos poseían un coeficiente intelectual superior a los 180 puntos.

La realidad es otra. La visión espacial —como la mayor parte de las funciones cerebrales—, dista mucho de estar lateralizada, y a los que tenemos coeficientes intelectuales arriba de los 180 poco nos importa para dónde gire la silueta.

14 de febrero de 2009

Festejos y Apatías

Manteniendo el acostumbrado bajo grado de conformismo y con la apatía como estandarte, no se hará ninguna mención al Día de San Valentín en Guso Punto Com.

12 de febrero de 2009

Alcoholes y Grasas

No reniegues de tus crudas. No toleres tu resaca y mucho menos la maldigas. Vívela y hasta disfrútala como parte de tu borrachera. Más aún, agradécela: ese desayuno grasoso no te sabría tan bien de no ser por el agudo dolor de cabeza que te atormenta y que con cada masticada se mitiga. La Coca Cola con hielo nunca sabrá tan bien como sabe siete horas después de la duodécima cerveza.

10 de febrero de 2009

Supermercados y Monstruos

Cuando voy al super soy una bestia. No sólo aíslo mi sentido del oído con los audífonos, aíslo mi ser de toda humanidad. Refunfuño ante los niños que se giran sin fijarse quién está detrás. Maldigo a las señoras que bloquean un carril los 4 cuatro segundos que tardan en tomar una sopa del estante. Viro las esquinas derrapando mi carrito de las compras. Si alguien lleva a su familia disfrazada del Cruz Azul me siento casi ofendido.

No sé por qué me torno en tal animal. Y lo que más me preocupa no es el hecho de no poder dejarlo de ser, sino que a veces me comporto como si todo el mundo fuese un gran supermercardo.

7 de febrero de 2009

Panes y Jamones

Uno de estos días me voy a venir preparando un emparedado con jamón del diablo y pan demonio. Estoy seguro de que algo sucederá.

5 de febrero de 2009

Actos y Consecuencias

¿Y si realmente no hay un "más allá"? ¿Y si en efecto no hay consecuencias transcendentales para nuestras vidas? ¿De qué serviría entonces todo? ¿Cuál sería entonces el objeto de nuestra moral y nuestros principios?

Creo que no valoramos la importancia del "hoy". La denigrada vida terrenal debería ser suficiente. Nuestra satisfacción inmediata por el bien común y el propio lo hacen valer la pena, ¿no? No necesitamos recompensas transhumanas. El placer de lo bien hecho y lo correctamente obtenido ya es en si una estupenda recompensa. El Cielo y el Infierno terminan sobrando.

3 de febrero de 2009

Sistemas y Ciclos

De nueva cuenta entramos en proceso electoral. ¿Quiénes son los candidatos en esta ocasión? Pues los mismos de las otras veces. O sea: los que ganaron y hoy tienen un puesto de elección popular y ahora quieren uno nuevo y los que perdieron y que hoy tienen un puesto como funcionarios y que ahora quieren ver si sí les dan uno de los otros.

Este es un sistema infalible. Apegados a él, se evita que los políticos trabajen para el pueblo y se mantiene el dinero de los impuestos financiando campañas en vez de que se esté desperdiciando en obras y acciones para la gente. Fácil, ¿no?