Cuando voy al super soy una bestia. No sólo aíslo mi sentido del oído con los audífonos, aíslo mi ser de toda humanidad. Refunfuño ante los niños que se giran sin fijarse quién está detrás. Maldigo a las señoras que bloquean un carril los 4 cuatro segundos que tardan en tomar una sopa del estante. Viro las esquinas derrapando mi carrito de las compras. Si alguien lleva a su familia disfrazada del Cruz Azul me siento casi ofendido.
No sé por qué me torno en tal animal. Y lo que más me preocupa no es el hecho de no poder dejarlo de ser, sino que a veces me comporto como si todo el mundo fuese un gran supermercardo.
No sé por qué me torno en tal animal. Y lo que más me preocupa no es el hecho de no poder dejarlo de ser, sino que a veces me comporto como si todo el mundo fuese un gran supermercardo.
5 comentarios:
Sería "súper" y "aíslo". De nuevo: terrible para un "blog sin faltas de ortografía".
"Aíslo" ha sido corregido. En cuanto a "super"... no se acentúa. Al menos no al estar siendo utilizado como apócope de "supermercado".
De verdad creo que este post tiene muchísimo material para comentar. Sin embargo, me deja sin palabras. Es íntimamente tuyo, pero a la vez se extiende a cada uno de los que leen. Por eso me limito a aplaudirlo. Es genial. No puedo aprobar o desaprobarlo, no deja lugar para eso.
Y... Anónimo: ¿No tienes otra cosa mejor qué decir? Quizá puedes poner a trabajar tu cabeza con lo que lees, hacer un comentario sobre el post en sí, no a costillas de él. ¿Se podrá?
a mi no se porque me da por robar cada vez que voy al "mandado"
a mi me pasa lo mismo, yo no me ofendo si alguien lleva a su familia disfrazada del cruz azul,pero igual me robo lo que pueda, se siente sabrosa la descarga de adrenalina, jajajaj y los guardias atràs jajaja,,divertido....
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