Finalmente sucedió: estuve en un bar donde se me prohibió fumar. El personal que así me lo indicó se mostró avergonzado de solicitarlo. Obviamente, sólo estuve ahí el tiempo necesario y me retiré.
Argullen motivos de salud pública. Argullen que afecta a los no-fumadores presentes. Creo que esto justifica plenamente la prohibición a fumar en oficinas, escuelas, tiendas y demás edificios públicos. Pero ¿un bar? Por Dios, a eso va uno a un bar: a intoxicarse, al vicio y la vida dañina. Pronto estarán prohibiendo que se digan groserías en las cantinas.
Argullen motivos de salud pública. Argullen que afecta a los no-fumadores presentes. Creo que esto justifica plenamente la prohibición a fumar en oficinas, escuelas, tiendas y demás edificios públicos. Pero ¿un bar? Por Dios, a eso va uno a un bar: a intoxicarse, al vicio y la vida dañina. Pronto estarán prohibiendo que se digan groserías en las cantinas.