31 de agosto de 2010

Celebraciones y Protestas

Hoy, 31 de agosto, se celebra el día del blog. Se eligió tal fecha porque al unir sus cuatro dígitos (3108) pareciera que se escribe la palabra “blog”. Tan ocioso me parece el festejo, que hoy no publicaré nada.

27 de agosto de 2010

Osos y Marsupiales

Pocos animales son tan interesantes como los osos koala (Phascolarctos cinereus), que ciertamente poco tienen de osos y mucho de marsupiales. Se les percibe como abrazables, pero entiendo que rasguñan. Es una lástima que, fuera de ellos, no queden más miembros de la familia de los Phascolarctidae; ya que me hubiera encantado conocer a algunos de sus primos que deben haber sido también lindos. Y no olviden que el koala es poseedor de uno de los mejores alientos que puedan encontrarse en el reino animal.

Pocos animales son más interesantes que los osos koala. Quizá el único sea el oso panda (Ailuropoda melanoleuca), que cuando menos oso sí es.

24 de agosto de 2010

Calles y Uniformes

En la década de los ochenta, la calle Libertad de la ciudad de Chihuahua fue definitivamente cerrada al tráfico vehicular en el tramo comprendido entre las calles José Neri Santos y Av. Independencia. Las compras que los transeúntes realizaban en los múltiples comercios ahí establecidos forzaron la medida. En el 2004, la resignación de la transformación culminó sustituyendo la calle asfaltada con un corredor adoquinado.

A las 9 de la mañana las cortinas de hierro comienzan a replegarse, revelando las vitrinas de zapatos, ropas, chucherías, banderillas y espiropapas. Atravesando el corredor por el medio, una larga larga hilera de bancas es poblada por pequeños grupos de bandos que esperan a que sus negocios abran. Las conglomeracioncitas son fácilmente distinguidas por los colores de sus camisetas polo: los de Milano son todos rojos, blancos los de zapaterías Tres Hermanos, beige para los de la Estación Combate (que proveedora de café abrió más temprano) y en azul los de Woolworth.

20 de agosto de 2010

Risas y Textos

Son los nuestros los tiempos de Internet. Vamos redundando y digamos que hoy socializamos por las redes sociales. Después de los saludos, los avisos y las concertaciones de citas, las competencias de astucia son lo más recurrente en estas plataformas. Llaman rigurosamente mi atención los que he llamado jajajás y que son precisamente eso: jajajás. El primer amigo escribe una ocurrencia, el segundo la debate con otra más sagaz y llega el tercero y agrega “ja ja ja ja ja ja”. Son esos los que echan a perder nuestra Internet. Esos que lejos de ser activos o pasivos son molestamente reactivos. No todos podrán aportar a ese diálogo, pero esos deberán ser lectores, posición tan digna y válida como la de escritor. Pero llegar a manchar con un jajajá no sólo no ayuda a construir: detiene el flujo.

17 de agosto de 2010

Ropas y Pesquisas

Llama mi atención y me dejan pensando las fotocopias que pegan por doquier mostrando la foto de aquel que salió a la tienda y no regresó o de aquella que después de la escuela no llegó a casa o de esos otros que fueron con papá durante el fin de semana y el hijo de la chingada no los trajo el lunes y que entonces piden que los demás pongamos atención y andemos alerta a ver si los vemos y me confunde que después de decirnos los colores de las tez y la ubicación de los lunares, nos digan qué ropa traían puesta. Digo, eso se lo cambia uno cada día, ¿qué ustedes no?

13 de agosto de 2010

Trajes y Secuencias

No se trata de obsesiones. No son tampoco caprichos. Se trata de mantener un orden pragmático y no dogmático. Con las prendas ordenadas en el armario, muchos problemas que podrían ser cotidianos se evitan. Uno sabe bien qué está disponible y qué no sin necesidad de hurgar en cajones, pilas de ropa, canastos y armarios ajenos.

Pero está el traje. El traje sastre. El que se pone uno para ir a las fiestas. El que requiere ser correctamente colgado para mantener su forma. El que regularmente se quita uno pasada la medianoche, cuando las habitaciones están oscuras y las personas borrachas. Colgar el traje en tales condiciones ya es complicado per se; y todavía falta lidiar con que la secuencia natural es sacarse primero el saco y luego los pantalones, mientras que es el pantalón el que se coloca primero en el gancho y el saco después encima del primero. Y llega ese momento en que está uno con el saco en las manos y el pantalón puesto, volteando confundido para todos lados, decidiendo si poner el saco en el piso, en la cama o, de plano, colgarlo en otro gancho momentáneamente y ya luego empalmarlo con su pareja.

10 de agosto de 2010

Géneros e Institutos

Con todo respeto a las mujeres que conozco y a las que no conozco también, no acabo de asimilar muy bien todo este asunto de las gestiones para la equidad de género. Digo, ¿acaso hubo alguna vez un Instituto del Hombre que puso a los caballeros en donde están? ¿O qué pasó?

6 de agosto de 2010

Épocas y Armas

Pensando en esos hombres primitivos que llamamos coloquialmente cavernícolas, los vemos asiendo garrotes o huesos de grandes mamíferos que utilizan para golpearse entre ellos. Cuando se habla de las primeras civilizaciones modernas, todos los involucrados traen, cuando menos, lanzas o arcos. Proyectamos a todos los personajes de cualquier escena acaecida en el Imperio Romano con espadas colgadas de sus cinturones. Los que protagonizan cualquier momento del siglo XVII acarrean floretes y/o mosquetes. Y no hay monito fotografiado hace 120 años que no aparezca con su Revolver.

3 de agosto de 2010

Partos y Aves

¿Cómo llegó la cigüeña a convertirse en el ave de la maternidad, aún y por encima de la madresísima gallina? ¿Por qué se le injertó la ciudadanía parisina y se le hizo responsable de traernos desde la capital francesa a los bebés? ¿Qué hay en esos ciconiiformes que los hizo tan adecuados para que se les achacara el papel?

Los porqués quedan velados entre otros muchos misterios, pero los paraqués de la cigüeña como acarreadora de bebés son muy claros. Qué desagradable sería llegar a los baby shower y encontrar en las mesas decorados de vaginas dilatadas escurriendo sangre y líquidos gelatinosos y verduscos. De qué poco buen gusto serían las ilustraciones infantiles mostrando a bebés untados en su vérnix caseoso, en lugar de higiénicamente envueltos en una frazadita. Sí. Para esos casos, la cigüeña blanca llevando al bebé resulta más llevable.