
A diferencia de mí, gran parte de la gente que me rodea no es astuta ni veloz con sus comentarios. Pareciera que recurren todos a una misma página de Internet donde descargan un compilado de mofas soso y con bajísimos niveles de originalidad.
Por ejemplo, al enterarse que soy Psicólogo, el 87% de mis interlocutores dice “ah, con razón estás tan loco”. Cuando comento que he vuelto a practicar el tenis, el 91% pregunta “¿y te pones un shortcito blanco?”. Al narrar como de pequeño caí desde un segundo piso y con el golpe de mi cabeza quebré la cerámica del suelo, casi un 98% sale con “con razón quedaste así”. Finalmente, un contundente 100% concluye “por eso es que estás tonto” cuando saben que mis abuelos eran primos hermanos.