En la esqina fecundada por la avenidas Téofilo Borunda Norte y la Mirador había un payaso qe se aprovechaba de los qe, cautivos del rojo en el semáforo, no podíamos huir de su espectáculo. Payasito intentaba malabarear con tres pelotas de esponja, pero el muy bestia las dejó caer sobre el pavimento en dos ocasiones. Las pelotas pasaron más tiempo esperando a ser pateadas de debajo de un auto qe en el aire. Para cuando Payasito se dispuso a iniciar su triunfal recorrido por entre los autos, el verde ya nos ahorraba el “ahí a la vuelta”.
También una vez vi a un monje budista caminando por la Calle California, así con la cabeza rapada, la cara asiática y los ropajes amarillo y rojo.
También una vez vi a un monje budista caminando por la Calle California, así con la cabeza rapada, la cara asiática y los ropajes amarillo y rojo.
1 comentario:
ese monje budista fue acogido por una de las acomodadas familias de chihuahua, cuyo hijo -segun pregona el monje- es la reencarnación de un lama (no el dalai lama por supuesto). puede versele meditar en el parque de haciendas por las tardes
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