16 de junio de 2012

Discos y radios

Era 1997 y nos enterábamos de los lanzamientos de nuevos discos por revistas o por tiendas especializadas como Melómano, en la esquina de Ojinaga y Calle 3ra. La Internet todavía no era ni un atisbo de lo que es hoy y yo supe del OK Computer por la radio.

Aquella madrugada salí del restaurante donde trabajaba como mesero. El turno había sido bueno y pensé detenerme por algo de cenar. Encendí la radio y el locutor dijo que iba a regalar el nuevo álbum de Radiohead, OK Computer, a la primera persona que llamara y le diera el nombre del cantante de la banda. Para entonces esta agrupación británica ya sobresalía entre mis preferidas y maldije no traer una tarjeta Ladatel para llamar desde algún teléfono público. Seguí conduciendo y entonces el locutor volvió a ofrecer el disco. Nadie le había dado el nombre todavía y, ya que parecía difícil, ofreció una pista: era el apócope de “Tomás”. Mandé al carajo la cena y me desvié a casa. Podía llegar en cuatro o cinco minutos, llamar y ganarme ese disco compacto.

Encontré a mis padres en la sala, a oscuras. Nunca antes había visto llorar a mi madre. Se levantó cuando entré y me dijo “Tu abuelo acaba de fallecer. Vamos al hospital ahora mismo. No quisimos dejarte una nota y te estábamos esperando”. No me pareció sensato pedirles tres minutos para llamar a la radio.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Prioridades en la vida, nunca las decidimos nosotros. Genial post.

Seymus dijo...

Eres bien genial. Deberías abrir una cuenta en Twitter.