
Colocas la mente en una tarea que exige cierta meticulosidad. Así la dejas por al menos tres horas. De noche, al irte a dormir, encuentras imposible apagar el mecanismo de pensamientos. Tu cuerpo duerme, pero aquella mente no se ha dado cuenta de que ya no la necesitas colocada en la tarea que exige cierta meticulosidad y la muy necia sigue analice y analice los problemas de la tarde. Cuando lo descubrí en mis años de juventud, llamé a este el Síndrome de Tetris. Luego, al crecer un poco, Síndrome de Baldor. Ahora, en mi adultez, lo llamo Síndrome de la Hoja de Cálculo de Excel.
El Síndrome de la Hoja de Cálculo de Excel (antes Síndrome de Baldor, antes Síndrome de Tetris), a pesar de provocar agotamiento y ansiedad porque no permite el descanso, puede resultar de utilidad y servir a fines positivos. Porque, algunitas veces, tras la apesumbrada noche, te amanece en la mente la solución al problema que un día antes flanqueabas.