26 de octubre de 2010
Niños y Películas
Yo que siempre pensé que las infancias normales incluían comprar una copia de la película La Bamba en formato Betamax y verla y verla y verla y verla y aprenderse las escenas de memoria y enamorarse (con esos amores de chiquito) cuando Ritchie le canta “Donna” a Donna y quererse tatuar una guitarra voladora y gritarle que cambie de opinión a la hora que lanzan la moneda para que no se suba al avión y luego en el supermercado encontrarse un casete con la banda sonora de la película y hacer que tu mamá prometa que si te sacas puros nueves y dieces te lo va a comprar y que finalmente te lo compraran y armaras una banda con tu hermano y primos que con guitarras de cartón interpretaran desde la primera pista (La Bamba) hasta la última (Goodnight my Love) en cada reunión familiar. Pero igual y fue sólo mi infancia. Y la de mi hermano. Y la de mis primos.
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5 comentarios:
Mi infancia fue como la de Bob Morales.
Mira, y yo que pensaba que nunca oiste musica del pueblo y que siempre escuchaste solo a Deerhunter.
No usas comas. Eso es peligrosamente extraño.
Ivonne
Y la de tus vecinos
Pankezo
los mejores, los amores de chiquito..
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