
Los porqués quedan velados entre otros muchos misterios, pero los paraqués de la cigüeña como acarreadora de bebés son muy claros. Qué desagradable sería llegar a los baby shower y encontrar en las mesas decorados de vaginas dilatadas escurriendo sangre y líquidos gelatinosos y verduscos. De qué poco buen gusto serían las ilustraciones infantiles mostrando a bebés untados en su vérnix caseoso, en lugar de higiénicamente envueltos en una frazadita. Sí. Para esos casos, la cigüeña blanca llevando al bebé resulta más llevable.
2 comentarios:
Colocándome en la posición de bebé, preferiría viajar en Sigüeña que en Vaca...
Me recordaste a un cuento corto de Monterroso que ahora que lo pienso no tiene mucho que ver, pero sigue siendo bueno, lo encontré aquí, se llama Gallus Aureorum Ouorum
http://eljineteinsomne2.blogspot.com/2010/01/entremeses-literarios-lxxxix.html
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