Me resigné a estar en Torreón y, portentonso borracho, me busqué una cantina que estuviese abierta en martes y además localizada en ese centro que en todas las ciudades llaman “histórico” pero que aquí era “primitivo”. Apenas había pasado una Pacífico cuando llegó un panzón a decirle al puberto que atendía la barra que era hora de cerrar. Recogí mis cosas de la barra y pregunté cuánto debía de la chela, pero Puberto se ofreció a darme otra. Cuando decliné la invitación por atención a su horario, el chico me aclaró que se refería a que me llevase la segunda cerveza conmigo, que era algo acostumbrado en el rumbo siempre y cuando me comprometiera a devolver los envases al otro día. Certeramente rematé “entonces dame dos”.
3 comentarios:
El reto es darle click a la liga "primitivo".
Sí eh, toda una lucha.
y vaya que fue un reto, solo para ver lineas y un punto que decia "primitivo" :B
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