Fui a un centro nocturno de esos que los jóvenes frecuentan ahora: sin pista de baile y sin cena. El gorila de la puerta me preguntó que si venía a recoger a alguien. Cuando entré, le bajaron a la música. Una muchachita me cedió su asiento. Los meseros me hablaban de usted. Pinches lepes.
6 comentarios:
y a qué juistes?
buenisimo jajajaj!!!!
no cabe duda..ya nos estamos haciendo viejos.
inche viejito
que is reoger?
Es un dedazo.
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