
Unos de esos domingos llenos de carne asada conduje de vuelta a casa y recordé tantas cosas. Qe la renta, qe el trabajo, qe el mandado. ¿Para qé soy tan responsable? Cansado sí estaba. Bastante. Pero me echaba las sábanas encima y me daba calor. Me las qitaba y me daba frío. Cubría solamente mis pies con ellas y como qe me los aplastaban. Me echaba sobre mi costado y una rodilla se me clavaba en la otra. Me echaba sobre mi espalda y la almohada no le daba a mi cabeza el ángulo necesario para la comodidad. Recordé mi inversión en arrillitos. Sin pantuflas, tomé rumbo al sofá y presioné mi botón de dormir. Se dieron las 6 de la mañana. Caray. Siete programas, de una hora cada uno, interesantísimos todos.
2 comentarios:
Al visitante número 100 mil, por favor repórtese para reclamar su premio.
el servicio de cable por lo general es tan malo pero tan malo que no puedes dejar de pagarlo
nunca vi que tenías un contador, yo soy el 100323, ya no aplica el premio??
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