Una manta en la obligatoria plaza principal decía "CONCIERTO DE ROCK: ROY Y MIKOY", en un estilo de diseño gráfico qe tuve a bien bautizar como "friso", ya qe emulaba a aqellos pizarrones de avisos de la secundaria en los qe las letras se recortaban en papel lustre. En realidad el concierto de rock presentaría a r.o.i. y a Miko, pero en Valle de Allende no les importó mucho la correcta deletración* de los nombres de las bandas.
Fue como cualqier tocada en feria de pueblito: mucho polvo, público extrañado y eqipo de sonido provisto por los gruperos locales -Crystal Norteño para este caso en particular-. Al estar preparando mis instrumentos, se acercó a mi una parejita. Él sostenía un disco pirata con pistas de La Academia y ella me dijo qe él iba a cantar, qe si dónde podía reproducir sus pistas. Amablemente le señalé el discplayer junto a la consola y con menos amabilidad le informé qe nosotros tocaríamos en ese momento, qe tendría qe esperar.
Una hora después, cuando aún resonaba el acorde final de la última canción qe interpretamos (Asesino de Autos) el chaval ya estaba plantado en el escenario y su nena poniendo el disco compacto. Al mismo tiempo los verdemente uniformados Crystal Norteño rodearon el templete. Le explicaron al chavito qe reconectarían el sonido. Impávido, el cantantito amateur permaneció en su lugar. Los Crystal Norteño sacaban sus instrumentos y asumían posiciones mientras le decían a Amateursito "ahí va, compa, espérese tantito". El vocalista de Crystal Norteño saludó a la gente qe, al escuchar los primeros acordes gruperos, llenó las sillas destinadas para el público. Yo solo veía a Amateursito, sedado por el pánico y la incomodidad. Despacito para no ser notado, dio un paso hacia atrás, luego otro, luego otro y luego otro; hasta que había descendido del escenario. Se dio la vuelta y continuó dando pasos, ahora más rápido pero igual de invisible.
El mundo está lleno de peqeñas novelas. Algunas son tensas y dramáticas, como la historia de Amateursito, el adolescente de Valle de Allende qe soñaba con cantar y ahora solo sueña con borrar esa vergüenza. La historia de un cantante qe dejó en ese escenario dos cosas sin las cuales será imposible resucitar su carrera: la ilusión de la fama y su disco de pistas.
* Palabra inventada, ya qe la prosodia del término existente -deletreo- no me terminó de convencer.