19 de agosto de 2012

Teclas y papeles

Ayer escribí cuatro cartas. Las escribí utilizando una máquina de escribir. Tengo amigos que escriben y que alaban la máquina de escribir por sus propiedades románticas y clásicas; mientras que yo siempre he defendido lo práctico de los procesadores de textos de las computadoras.

Pero ayer escribí cuatro cartas. Las escribí utilizando una máquina de escribir. Aunque no me pareció nada romántico ni me sentí conectado con Hemingway o Faulkner, sí noté que la concentración que se logra con estos vejestorios es mayor: no admite errores, la fuerza requerida para presionar cada letra nos hace ir muy despacio, no permite que realices varias actividades en ella a la vez y el ruido que hace no deja espacio acústico para escuchar música mientras se teclea.

5 comentarios:

Don Lupe dijo...

http://youtu.be/-fZX_3J_Ykk

Nericia dijo...

Ay, todo lo que escribes me encanta. Aunque yo cuando escribo con máquina de escribir me siento secretaria del IMSS.

MadNess dijo...

me encantan las máquinas de escribir. tengo 3 y mi padre tiene una cuarta que usa a menudo.
siempre me han llamado la atención tus dibujos ¿los haces tú? ¿los copias y los arreglas en photoshop? ¿son donaciones?

Guso dijo...

Los busco en Internet. Estoy considerando comenzar a dibujarlas. Pero anda, si apenas y escribo.

Anónimo dijo...

Clásicas y románticas. Nunca había leído a alguien que describiera las máquinas de escribir con tanta precisión literaria.

Que lo que escribas cobre vida y nos endulce el alma. Eso sí sería clásico y romántico.