26 de junio de 2012

Textos e idiomas

A veces me dan textos para que los traduzca. Acomodo el original en la página para que sostenga al nuevo mientras va creciendo. Palabra a palabra, los párrafos se van intercalando: uno en un idioma el siguiente en el otro. Pero el segundo aún no puede valerse por sí mismo: comparo las líneas y me doy cuenta que lo que en el primero es obvio en el nuevo queda velado. Pulo. Leo cada párrafo por duplicado: una vez en un idioma, la otra en el otro. Finalmente, uso la tecla Suprimir como bisturí y voy retirando los párrafos originales. Llega el momento de descubrir si el nuevo texto en el nuevo idioma es capaz de pararse solito.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres un súper héroe.

MadNess dijo...

es complicado traducir, especialmente cuando se tiene conciencia de que no existen los sinónimos