Dicen que fumar es perder la vida y por eso fumo, porque resoplo los humos y con ellos veo irse fragmentos de mi vida. Se van de mí las ansiedades y se arrojan por mi boca los malos momentos del día. Dejo que se vayan esas partes indeseables en cada exhalada. Y sí: el sistema es entrópico y cada salida de vida le produce incertidumbre que busca equilibrarse con una entrada. Un tramo de vida que se sopla deja espacio para que uno de muerte lo ocupe. Ojalá siempre fuera tan sencillo equilibrar la vida y la muerte como cuando se fuma.
9 comentarios:
Respirar es al revés: evítalo.
Guso, tienes repetido “se” en “Un tramo de vida que se se sopla”.
Excelente.
Ojalá.
Corregidote. Gracias.
Un cigarrillo perfecto entonces.
Siempre me encuentro aquí textos que me gustan tanto que no es suficiente re-leerlos aquí mismo. Entonces entra el Word en acción y convirtiendo todo a Helvetica lo archiva en mis documentos para la prosperidad.
Pero Helvética no tiene patitas, como la Georgia de aquí.
Que buena forma de expresarlo. saludos @loboprecoz ya regresa a twitter.
Cuando dejé de fumar descubrí lo hermoso que es vivir sin nicotina, pero sobre todo, que ni mi boca ni mis manos, ni ropa huelen a cenicero. Fumar y su humo traen un toco romántico, nostálgico y hasta poético a nuestras vidas como bien lo manifestaste, sin embargo no necesital de tal cosa para que tu vida sea así. Ojalá algún día te permitas renunciar al cigarro y descubras lo bien que se siente.
Publicar un comentario