17 de junio de 2010

Actrices y Canes

Cuando el cine sonoro contó al mundo que la elegante y femenina Marie Prevost hablaba con un graznido de clase baja del Bronx, renunció. Se embriagó hasta la muerte. Murió detrás de la puerta atrancada de su departamento y su hambriento perro salchicha, Maxxie, la mordisqueó durante días antes de que su manejador se molestara siquiera en tocar.

“Marie Prevost pasó de ser la más grande estrella de cine a comida de perro... así”, dice la Sra. Wright, y truena los dedos.

—Fragmento de Snuff (2008), escrito por Chuck Palahniuck. Traducción: Guso.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y aun no se habia inventado el Pedigree en lata,descansen en paz los dos ,La Mordisqueada y el mordiqueador.
Au plaisir.

Jupiter dijo...

El problema de Palahniuk es que es casi imposible traducirlo a otro idioma ajeno al inglés y que retenga el sentido del humor y la belleza de la construcción sintáctica.