Mercadotecnia y Química

Alguna cuasi celebridad llama a la puerta de una casa elegida aparentemente al azar. El ama de casa, que comprometida con el nombre de su ocupación está siempre en casa, atiende. Oh, Dios, qué sorpresa se lleva Ama de Casa al encontrar que quién toca es Cuasi Celebridad. Lo que extrañamente no le sorprende es que Cuasi Celebridad solicite, apenas abierta la puerta, que le muestren una prenda sucia en la cual se haya perdido toda esperanza de pulcrirla. Cuasi Celebridad entonces hace gala de sus vastos conocimientos en las ciencias químicas, en las puntas hidrofílicas e hidrofóbicas de los detergentes y, en un lenguaje llano y campechano que Ama de Casa comprende perfectamente, demuestra que las propiedades de la marca que él andaba cargando es la mejor despercudidora de calcetines y camisetas.

De verdad, ¿no pueden inventar un nuevo comercial de detergentes? Parece que vinieran haciendo el mismo desde que la televisión fuera injertada en los hogares. Nosotros, los consumidores, ya ni sabemos qué marca es la del anuncio. Échenle ganas