28 de mayo de 2009

Amigas e Hijos

Llamé a quien había sido de mis mejores amigas en la preparatoria para informarle que me convertiría en padre. Qué sorpresa fue que ella tenía noticias iguales. Los telefonemas comenzaron entonces a ser constantes, actualizándonos sobre los embarazos y compartiendo trucos y experiencias. Un día le informé a Amiga que yo tendría una hija y a los pocos días Amiga me contó que ella tendría un hijo. Luego hice el anuncio de que mi hija estaba programada para un 7 de abril y Amiga dijo que el suyo era para el 6.

En el sexto mes, Amiga fue confinada a reposo absoluto. Las charlas cambiaron drásticamente su tono festivo por uno de mortificación. En el séptimo mes el embarazo de Amiga culminó. En vez de terminarlo cargando un bebé por el pasillo de algún hospital, este final la tuvo cargando un ataúd pequeñito por el pasillo de una iglesia.

A veces me encuentro a Amiga en reuniones de conocidos comunes. Seguido mi hija me acompaña durante estos encuentros y, mientras Amiga la interroga sobre su edad y sus actividades en la escuela, a mi se me ocurre que lo que realmente está haciendo es construirse una imagen más concreta de lo que su hijo sería en ese momento.


5 comentarios:

Igualito Nava dijo...

mira, tambien tienes sentimientos

Tasta dijo...

¿Esto una serie a lo Caldo de pollo para el alma?

Alfonso Varela dijo...

¿Esta buena tu amiga?

Javier dijo...

Tus dos ultimos posts me tienen muy acongojado.

Iris dijo...

ay no qué triste serie de coincidencias!