20 de noviembre de 2007

Niños y Verdades

Los niños conocen tan bien o mejor que sus padres el negocio de humillar a los otros: la inocencia infantil es un cuento de hadas que los adultos se cuentan a sí mismos para tranquilizarse, un eufemismo. Y es que la imagen de amamantar a las pequeñas bestias depredadoras y malvadas no debe de ser una actividad placentera. Es más conveniente para el mundo pensar que los niños son inocentes y distintos de los adultos.

3 comentarios:

El Tito dijo...

Chaaaale y yo que vivía pensando que alguna vez fuí un inocente chiquillo... diablos, nunca entraré al cielo.

Saludos

Seymus dijo...

orale, yo pensaba que no me amamantaron porque soy feo

Claudia Piña dijo...

mmmta... yo no era una bestia depredadora, sólo aventaba a mi hermana de la cama porque pensaba que iba a quedar morena como ella si se me acercaba mucho... cosas de niños, jaja, pero igual jamás me amamantaron... mi madre siempre fue muy práctica.