
Resultaba obvio qe por fin esta década el rock de México se alejaría de la guapachosés y qe era necesario hacer algo más qe música de baile o mensajes de tierra y libertad. Las copias europeas o americanas fueron salidas fáciles seguidas por muchas bandas (sí, Zoé, estoy hablando de ti). Y es ahí cuando entra Porter con su Atemahawke. Una banda mexicana qe no suena a banda mexicana. Y no es qe suene gringa o inglesa ni mucho menos qe reniegue de su mexicanés, sino qe lograron crear un nuevo sonido qe no distingue antepasados ni territorios.
Urgía el trabajo de Porter. Un redentor qe experimenta sin caer en el inentendimiento y qe no se avergüenza de cantar en español ni se limita a no cantar en inglés. También urgía qe los produjera un gnomo. O sea… ¿qé onda con su onda?
3 comentarios:
ya me había cansado de love, love love... y este de porter si se va distribuir por esa comercializadora que seguramente apoyó también el fraude electoral llamada mixup?? (nunca soy claro cuando quiero expresar un sarcasmo, diablos)
la espera termino, a rockear con atemahawke
porter son los nuevos fobia.
me encanta ser simplista y obtuso.
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