8 de marzo de 2007

Documentos y Hembras

Me encontré con este artículo que escribí allá por el 2001, cuando estaba chiquito y lleno de rock, chelas y tareas. Fue publicado en la revista de Psicología Proyección en su edición de marzo de aquel seisañero año. Claro, todo esto a propósito del Día Internacional de la Mujer. No sé si fui un chavo universitario genio o ñoño.

No sabemos a ciencia cierta el porqué. Quizá se haya debido a un mayor desarrollo muscular en los varones. Quizás fue la (¿in?)capacidad de la mujer para embarazarse. El hecho es que en la mayoría de las culturas, ya sean antiguas o contemporáneas, orientales u occidentales, se ha otorgado al hombre cierta ventaja sobre la mujer en la mayoría de los roles y funciones sociales. Hemos escuchado hablar acerca de algunas culturas que son primordialmente matriarcales, donde el rol “fuerte” lo lleva la mujer. Existen indicios de que en tiempos prehistóricos la mayoría de las sociedades funcionaban de este modo. Pero hoy, ahora sí en pleno arranque del nuevo milenio, las cosas son esencialmente diferentes.

Hemos creado sociedades en donde se permite al hombre pasar sobre la mujer. La mujer ha sido consignada (al parecer por sí misma) a permanecer en casa. El 10 de diciembre de 1948, irónicamente promovida por una mujer (Eleanor Roosevelt), fue aprobada por la O.N.U. la Declaración Universal de Derechos Humanos. En un pequeño documento se agruparon todas las necesidades morales básicas que el ser humano debe satisfacer para ser pleno. Sin embargo, al parecer el término “humanos”, utilizado en el título de la Declaración, no fue claramente comprendido por todos, ya que evidentemente tales Derechos no fueron aplicados a todos por igual. Por ello, hubo de comenzarse a trabajar en documentos complementarios, como aquel de los Derechos de los Niños y otro de los Derechos de la Mujer, lo que deja a la palabra “humanos” como sinónimo de “varones adultos”.

Tomó mucho tiempo a la mujer descubrir su situación, o al menos dar a entender su descubrimiento. Apenas en el siglo XIX, en el poblado de Seneca del estado norteamericano de Nueva York, surge el primer movimiento masivo exigiendo igualdad para las mujeres. Y tan sólo a principios del siglo XX aparece formalmente el término “feminismo”, así como el reconocimiento de un movimiento organizado, con objetivos y misiones.

En su primera etapa, que se extiende hasta los años setenta del siglo pasado, el feminismo tuvo un carácter emancipador. Se luchó por el sufragio femenino, así como por la igualdad de derechos y la aplicación de políticas públicas para mejorar la condición femenina. Estos ideales entroncan tanto con el discurso liberal como con el marxista, teniendo a la igualdad como medio y objetivo central.

Durante los años setenta, al acercarse a otras teorías filosóficas posmodernistas, el movimiento feminista descubre serias contradicciones y baches en su plataforma ideológica, las cuales han dejado herencias que perduran hasta el día de hoy. Actualmente, existen en todo el orbe organizaciones privadas y gubernamentales que se dedican a “defender los derechos de la mujer”. En el caso específico de México, se cuenta con diversas instituciones, como la recién creada Comisión Nacional para la Igualdad de la Mujer. Estas organizaciones sólo ayudan a fomentar la idea de un sexo débil que requiere ser protegido, así como la concepción de un género “diferente y no adaptado” socialmente hablando (no existe el equivalente masculino de tales organizaciones).

Es hasta finales de los setenta que el feminismo ingresa en su etapa actual de insubordinación. En esta fase, el movimiento posee una versión conservadora de las sufragistas y una segunda del movimiento radical de los setenta. Por fin se cuestiona la igualdad con el modelo masculino, afirmándose el ser-mujer desde la insubordinación. El feminismo insubordinado invita a la mujer a pensarse en sí misma a través de la propia experiencia, y no a medirse con el hombre y su razón e historia.

La mujer se ha decidido a abandonar el papel de víctima que ella misma se había asignado durante la lucha. Tras casi un siglo de protestas y martirismos, la mujer asume un papel activo en su propio desarrollo. Comienzan a dejarse de lado las acusaciones contra el hombre, van quedando atrás las quejas por la falta de oportunidades. El movimiento feminista ha comenzado a superar una supuesta inferioridad frente al hombre, que era incongruentemente promovida por el propio movimiento a través de sus enunciados y su eterno clamor de “queremos ser iguales”, una especie de petición hacia los poseedores de la autoridad.

Sólo resta al feminismo realizar una tarea intrínsecamente vital para su efectividad. Hasta ahora, el movimiento feminista —especialmente su ideología—, ha permanecido ajeno a la mayoría de los humanos (tanto mujeres como varones). Se hace evidente la necesidad de comenzar a hacer llegar la información a los principales canales de comunicación socioculturales, los cuales, en su mayoría, aún promueven el rol subordinado de la mujer. Cuando la mujer termine de asumir su responsabilidad, se logrará una verdadera diferencia igualitaria entre todos los humanos.

BIBLIOGRAFÍA REVISADA

Baena, L. (2001). El Despertar de la Visión Crítica ante los Medios. Instituto de la Mujer del Distrito Federal (www.inmujer.df.gob.mx). México, D.F.

Chomsky, N. y Barsamian, D. (1996). Lucha de Clases: Conversaciones con Noam Chomsky. Editorial Crítica Grijalbo Mondadori. Barcelona.

Lubertino, M.J. (2000). ¿Hacia una Justicia Global?. Instituto Social y Político de la Mujer (www.ispm.org.mx). México.

Luna, L.G. (2000). De la Emancipación a la Insubordinación: De la igualdad a la diferencia. Mujeres en Red (www.nodo50.org/mujeres). Barcelona.

Pérez, J.M. (comp.)(2000). Comunicación y Educación en la Sociedad de la Información: Nuevos lenguajes y conciencia crítica. Editorial Paidós Papeles de Comunicación. Barcelona.

Declaración Universal de Derechos Humanos. Edición de la Dirección de Estudios Sobre Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana. México.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

sabía que ibas a postear esto! hehehehe

Entiendo el significado de tus palabras, aún así fue como que un momento chido, porque aunque sea algo comercial no me denigra a mi en lo personal en nada, puesto que se que soy una mujer trabajadora y muy útil en lo que hago y me gusta hacer, y no porque la mujeres tenemos nuestro día no siento k tooodos los demás del año son injustos y k no goze de privilegios, porque gracias a dios no vivo a expensas de los hombres.

Y aclaro que no signfica que no necesite de ellos ;)

Seymus dijo...

hembras, esa palabra es chida

Anónimo dijo...

que ñoño!

Alfonso Varela dijo...

Mi respeto y admiracion.....

Joe dijo...

Esta muy predecible el texto que no?

Saludos para el gus

Anónimo dijo...

Muy dos mil siete, el pensamiento.