Blogs. Todos tenemos uno. Yo intento mantener el mío interesante y lo menos cursi posible. Estoy al pendiente de mis visitantes. A muchos no los conozco. Por ejemplo, sabrá Dios por qé recibo a un visitante diario de Irán. Por ello procuro no hacer de este blog un diario en línea. Pero, ¡hey! tengo sentimientos. Un blog puede ser catártico, así qe de vez en cuando será utilizado para fines terapéuticos. Hoy es una de esas ocasiones en qe mi vida personal es blogueada.
Maldito fin de semana. Me gustaría seguir hablando del libro de Coupland, pero ni lo pude abrir. ¿Te acuerdas de Ernesto? Se puso mal. Y con mal digo MAL. Tiene una infección qe terminó inflamándole las meninges. Su sistema nervioso dañado le provocó una serie de conductas muy extrañas y una fiebre digna del mismísimo averno. En términos coloqiales, se le botó la canica. Fue muy feo. Está internado. Bah. Lo qe faltaba. Más tarde tendremos el pronóstico final del médico veterinario zootecnista, qe no me consta, pero espero sea especialista en especies peqeñas. Porras a Ernesto.
El susto provocó a Kathy un desmayo. Nada grave. Ya nos dijo el doctor: cualqier situación estresante hará qe se desmaye. No más andar conduciendo para ella. ¿Yo? Yo si conduzco. Saca tus conclusiones.
Estamos a dos semanas de saber otro pronóstico: ¿Mía Natalia llegará al mundo por parto natural o por cesárea? Mantén la sintonía en guso punto com, prometo pronto volver a los temas interesantes.