20 de enero de 2005

Charros y Grillos

Hay casos qe otorgan a ciertas letras una mayor relevancia de la qe generalmente tienen. Un claro ejemplo es la letra H. Si, si. Siempre está ahí, calladita y aparentemente sin aportar gran cosa. Pero fíjate lo qe le hace a la C. No es lo mismo carro qe charro, ¿verdad? Charro. Qe chistosa palabra. Y no se diga los meollos en qe mete a la gente, como la falta de discriminación entre ahí, hay y ay, las cuales son erróneamente utilizadas las unas en los lugares de las otras todo el tiempo.

La C es también sospechosa de provocar diversas confusiones entre los más legos. Casi siempre suena como K, pero cuando le sigue una I o una E, hipócritamente empieza a sonar como S. Yo mismo sufrí sus pesadas bromas durante toda la carrera, dudando sí se escribía "inconciente" o "inconsiente", pecado digno de excomunión para un psicólogo.

Por otro lado, hay letras qe se qieren hacer las interesantes pero nada qe ver. Mira la Q. Fresonamente, solo se deja acompañar de la E y la I. Encima de todo, exige qe entre la I o la E se le coloqe una vocal larga, debiendo ser esta no otra qe la U. Entiendo qe la G lo exija también, pero ella tiene razón de ser. No es lo mismo pronunciar "gue" qe "ge". Pero ¿la Q? ¿Qe diferencia tiene si le pones o no la U? ¡Siempre suena igual! Puro desgaste de espacio, además de qe se te acaba más rápido la tinta de las plumas y se te borran antes las letritas del teclado. Por eso no le pongo sus U a la Q. No se las merece. Y prometo hablar sobre la B y la V dentro de no mucho tiempo.