Nuestras ropas han evolucionado tanto. Sí, nos cubren del frío y nos resguardan del calor, pero ya no es todo lo que esperamos de ellas. No solo nos vestimos sino que nos ataviamos. Usamos la vestimenta para distinguirnos y para describirnos. Cuidamos que el atuendo hable de nosotros y usamos siempre uno que diga a los otros qué tipo de humano somos, a veces incluso sacrificando la comodidad. Elegimos cuidadosamente estilos, colores, marcas y materiales; conscientes de que nuestras prendas nos representan.
Cuando alguien justifica su falta de ortografía arguyendo “bueno, pero se entiende lo que quiero decir, ¿no?” equivale a que anduviéramos vestidos con pedazos de tela exclusivamente para cubrirnos, sin importar cómo nos vemos. Al fin al cabo así anda uno cubierto, ¿no?
8 comentarios:
Excelente y acertada reflexión... Como todas las que haces.
pues sí, la moda es para putos
Cierto.
Excelente analogía, y paradójicamente quienes más preocupados están de su vestimenta al punto exagerado, generalmente son los que más faltas de ortografía tienen. Viven preocupados en exceso de su imagen física y no saben ni escribir. Ah, es que para escribir se necesita dos dedos más de cerebro, y pues no lo lo tienen.
Ay Gusi, tú siempre tan acertado.
Me gusto, gusito.
De hecho creo que sería al revés.
yo tengo un local en Recoleta de indumentaria, algunas cosas de tu entrada son ciertas!
Publicar un comentario