4 de enero de 2019

Miadas y choques

Ah, simón. Como la vez que choqué con mi compa. Desperté acá, en el hospital, y me dolía bien culero todo y la jefa de mi compa me preguntaba que por qué íbamos encuerados y yo acá de Ah, cabrón, qué pedo, pues no sé. Pero ya luego me acordé. Pues que andábamos acá en la peda y nos paramos a miar en un terreno y ya te la sabes, típico, ¿no? acá que empiezas a miar a tus compas y pues empecé a miar a mi compa. Y mi compa acá de Eh, güey, pérate, no mames, y también acá me miaba. Pero ya, ¿no?, nos subimos al ranflo y seguimos caguameando y mi compa era el que venía manejando y pues me saqué la verga y lo empecé a miar así arriba del carro en lo que manejaba y mi compa de Ya, güey, no mames. Y ya, ¿no?, pues lo traía todo miado y mi compa se paró y me bajó del pinche carro y yo entre la peda y la motorola estaba cagado de la risa y me tiró acá al pinche piso y no me podía levantar porque pues estaba cagado de la risa y el cabrón se sacó la verga y me empezó a miar también. Y pues ya, no mames, acabamos todos miados los dos y pues a la chingada nos quitamos la ropa toda miada y nos subimos al carro y yo creo que ahí fue cuando nos chocaron a la chingada porque no me acuerdo qué más pasó.

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