Horas y Atuendos

Se jugó el partido de tenis más largo de la historia. El par de guerreros blancos sufrió en una cancha de Wimbledon durante 11 horas, repartidas en tres días. El encuentro tomó relevancia desde el primero de los días, tras jugarse por más de tres horas; pero al final de las seis horas del segundo, era ya mediáticamente trascendente. De haberlo jugado yo, hubiera sufrido los horrores cada noche decidiendo qué carajo atuendo usar al otro día para continuar la justa.