7 de enero de 2010

Cerdos y Lobos

El primer cerdito construyó su casa de paja. El segundo, de palitos. Lo hicieron así porque, a pesar de las advertencias del tercer cerdito, no querían trabajar mucho y sí bailar. Por su parte, Tercer no se dio tiempo de bailar y, ahincoso, se levantó una casa de ladrillos, cual ingeniero civil.

Como bien lo había dicho Tercer, llegó Lobo Feroz y sopló y sopló y la casa de paja derribó. Desamparado, Primer huyó a refugiarse en la casa de palitos de Segundo. Obvio, con otro soplido, Lobo Feroz los volvió a dejar en la ruina. No hubo otra opción que ir a pedir posada a Tercer, quien los recibió con un ligero regaño para luego ponerse a cantar y bailar todos juntos. Lobo Feroz sopló y sopló, pero no pudo con la casa de ladrillos.

Moraleja: no vale la pena sacrificar la diversión por el trabajo. A la hora de las necesidades, siempre puedes recurrir a tus parientes ricos como si nada.

2 comentarios:

Cabrón Insensible dijo...

Jaja me sospechaba hacia donde iba este post.

Anónimo dijo...

mis parientes ricos no me quieren por naco :(