¿Sabes por qé no había habido El Libro del Mes? Pues primero porqe estuve estudiando un libro medio académico, de esos qe nadie lee a menos qe se lo encarguen en la escuela. Luego —podría decirse qe por accidente— me encontré releyendo a Guillermo Arriga, y no consideré correcto aburrirlos con reseñas ya reseñadas.
The Miracle of Mata Ortiz, de Walter P. Parks, habrá de ser el tema de hoy, libro qe es sólo interesante por la historia qe narra y no por la narración. La obra va de los alfareros de Mata Ortiz, y especialmente de Juan Quezada, cuyo arte, sin bien aún no totalmente famoso, es ya reconocido y apreciado en galerías alrededor de toda la Tierra.
El estilo literario es casi nulo, ejemplo del estereotipo de redacción gringa qe he dado en llamar "estilo McGraw Hill". El inglés es frecuentemente salpicado por términos en español, como si un arroyo mexicano no fuese lo mismo qe un creek gavacho y como si un burro jamás pudiese serigual qe un donkey norteamericano. Igual va para los nombres de los alfareros, que son siempre "Señor López" o "Señor Pedro", como si el autor fuese maestro de español de alguna primaria estadounidense.
A través del libro, el autor se desvive en rendir honores y tributo a los artistas mexicanos. Pero no es una admiración genuina. No es el tributo qe se da a alguien qe nos supera. Ni siqiera es el respeto qe se paga a un igual. Es más como aplaudir al chango qe anda en bicicleta o al perro qe hace en un escusado.
En fin. Como dije en un inicio, el trabajo se rescata porqe narra un hecho tan real como mágico qe pocos conocemos y aún menos admiramos genuinamente.
La redacción agradece a Claudia Piña el guión largo aportado a esta entrada.
The Miracle of Mata Ortiz, de Walter P. Parks, habrá de ser el tema de hoy, libro qe es sólo interesante por la historia qe narra y no por la narración. La obra va de los alfareros de Mata Ortiz, y especialmente de Juan Quezada, cuyo arte, sin bien aún no totalmente famoso, es ya reconocido y apreciado en galerías alrededor de toda la Tierra.
El estilo literario es casi nulo, ejemplo del estereotipo de redacción gringa qe he dado en llamar "estilo McGraw Hill". El inglés es frecuentemente salpicado por términos en español, como si un arroyo mexicano no fuese lo mismo qe un creek gavacho y como si un burro jamás pudiese serigual qe un donkey norteamericano. Igual va para los nombres de los alfareros, que son siempre "Señor López" o "Señor Pedro", como si el autor fuese maestro de español de alguna primaria estadounidense.
A través del libro, el autor se desvive en rendir honores y tributo a los artistas mexicanos. Pero no es una admiración genuina. No es el tributo qe se da a alguien qe nos supera. Ni siqiera es el respeto qe se paga a un igual. Es más como aplaudir al chango qe anda en bicicleta o al perro qe hace en un escusado.
En fin. Como dije en un inicio, el trabajo se rescata porqe narra un hecho tan real como mágico qe pocos conocemos y aún menos admiramos genuinamente.
La redacción agradece a Claudia Piña el guión largo aportado a esta entrada.
1 comentario:
Osa... es como que admirable para el gringo lo que el Juan Quezada hace.
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