
Obviamente, enfrenté el problema del estacionamiento. En varias cuadras a la redonda, las aceras estaban ocupadas por autos de escuchadores de rock. Conduje y conduje. Por casi qince minutos el único espacio vacío qe vi era uno pintado de azul y con el conocido emblema de los qe no caminan. Por fin, descubrí un hueqito para mi Pandita justo detrás de un Volkswagen Beetle qe ostentaba una calcamonía del Partido Nueva Alianza.
Esa noche comprendí dos cosas: qe los rockeros son conscientes y empáticos para con los qe no caminan, y qe el sueldo de profe sí te puede alcanzar para comprar un Volkswagen Beetle.
2 comentarios:
¿Cómo se llama ahora la quinta sofía?
he que pues ese beattle es de mi hermana
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