Matrimonios y Celebraciones

Y cada vez qe se alinean invitación, mesa de regalo y Sastrería Bremen en la casa de Hacienda Xichiloc se presenta de nuevo el ritual de la boda. El y Ella piensan qe no será suficiente fastidiarse las existencias por el resto de sus vidas y conspiran para fastidiarnos la vida a todos al menos por una noche. El primo de 15 años estrena el traje en el qe su hermano de 19 ya no cabría ni doblado. Los parientes del pueblo acceden a usar el traje hoy, pero las botas vaqeras resultan insustituibles, si no... ¿cómo van a demostrar qiénes son? Los amigos del novio fraguan la grosería qe practicarán al maridito y las amigas de la novia se atavían como anfitrionas.

A empalagarse con el refresco de los teqilastoronja o a presumirse nice con los sabores metálicos de los whiskeyaguamineral. A bailar los sopasdecaracol, los venados y los bailes de cuadro de norompasmásmiprobrecorazón. Ya llegan los globos qe en manos de algún diestro payaso se convertirían en perros, espadas y humanitos, pero qe en las de los bailandos sólo logran ser espigas de colores qe sobresalen del campo de cabezas.

Eventualmente el pastel será ofrecido en sacrificio al Dios de los Gorrones, sacrificio meramente ritual, ya qe para el momento del apuñalamiento el postre tendría rato de haber sido servido. Un buen treinta y ocho por ciento de la concurrencia masculina habrá perdido ya el saco, incluyendo al veinticuatro por ciento qe ya ni la corbata lleva mordiéndole el cuello. Por el lado femenino, algunas dejan sus zapatos esperándolas al lado de la pista, y las más jóvenes estropean sus atuendos con la parafernalia qe los entretenedores han repartido.

El vocalista del grupo anuncia la última pieza. Las mesas aparentan un campo de batalla donde se qedaron regados los bolsos, los celulares, los cigarros y los sacos de los combatientes. Es hora de irse. Los Gorrones Profesionales seguirán al séqito a alguna casa a cambio de un plato de menudo: y no es qe haga hambre, qe la cena ya se comió, pero esos salmones y esos pollos cordon blue son más un ornamento qe un alimento. "Hasta la próxima boda", nos despedimos. Y lo decimos en serio.