Como parte de la formación de Natalia, la enfrentamos a diversas situaciones en las qe ella debe tomar decisiones y luego enfrentar las consecuencias de estas decisiones. Acaba de pasar por una de ellas.
Por algunas causas -qe Freud intentó explicar ya- Natalia tiene la moda de meterse todo a la boca. Chupa los cinturonsitos de su burbumóvil, chupa la ropa de qien la cargue, chupa la sábana en qe se acuesta y, si no hay otra cosa, se chupa todo el puño izqierdo. Si chupadora qiere ser, como buenos padres modernos y constructivistas vamos a apoyarla en su hobbie. Y ahí vamos a buscarle el mejor eqipo de chupación posible. La tienda de nuestra elección ofrecía muchos aditamentos para el pasatiempo, qe aunque se presentan en muchas marcas, tienden a tener personajes de Disney.
Tomábamos dos mordederas qe suponíamos le podrían gustar a Natalia y las colocábamos frente a ella. La preferida era la mordedera ganadora qe pasaba a la siguiente eliminatoria. El sistema de calificación era sencillo: el juguete al qe Natalia volteara a ver ganaba. Cada par de juguetes era presentado invirtiendo posiciones y turnándoles un poco de movimiento. Con ello nos aseguramos qe en realidad le llamaba la atención el juguete y no el movimiento, además de estar seguros de qe no era sencillamente qe en ese momento qisiera voltear hacia determinado lado.
He intentado criar a mi hija de manera diferente a todos los demás bebés; pero supongo qe infantes son infantes. Escogió dos accesorios, ambos con Winnie Pooh. Chin. Pero culpo a las transnacionales qe fabrican las mordederas: no había ni una sola de Star Wars o de Guns N’ Roses.