31 de mayo de 2011

Géneros y Voces

La música sonsonetea en un ritmo de dos cuartos, con estridentes trompetazos y tamborazos que recuerdan marchas bélicas. Pero lo que sobresale en la música de banda sinaloense es la voz del cantante, la cual por sí sola logra que muchos aborrezcamos el género.

Átono, pujando y gangoseando; el cantante berrea. Para maldita la cosa, es justamente ahí donde reside el éxito de ese tipo de música: cualquier borracho sin nociones musicales puede karaokear con su banda sinaloense predilecta y sonar tal cual suena el otro.

24 de mayo de 2011

Borrachos y Atrapados

El cuerpo echado totalmente sobre el del otro. Con el brazo derecho lo rodeaba por los hombros y con la mano izquierda le aprisionaba la cabeza contra su pecho, dándole sutiles bofetadas intercaladas con caricias. El pobre hombre aprisionado sacaba la cabeza cada que podía, como buscando aire, pero en realidad buscaba con la mirada a alguien que lo rescatara. El hombre que lo sujetaba lo superaba en tamaño y fuerza, además de que las etiquetas sociales no le permitirían irse nada más así. La mesa que compartían era la que más vasos de güisqui tenía encima.

Muy, muy, muy cerca del rostro de su víctima, Borracho algo le juraba: seguramente aprecio y lealtad. Por su parte, Atrapado solo agradecía con la cabeza y seguía emitiendo solicitudes de auxilio con los ojos. Pasó por ahí el novio, quien incautamente logró distraer a Borracho y dio a Atrapado la oportunidad para huir educada y sutilmente. Cuando Borracho se quedó sin Novio, notó que tampoco Atrapado estaba ya. Tiró la mirada y enmarcó la caída con los hombros. Instruyó a su cuerpo para que se levantase, pero el güisqui ya había sublevado a casi todas las funciones motoras y en lo que para él debieron parecer uno, dos, tres, cuatro y hasta cinco segundos, manoteó y zapateó hasta que fue a dar al suelo, justo donde antes había tirado la mirada.

Fue recolocado en su asiento luciendo uno de los lentes de sus anteojos estallado y el aro estampado en sangre alrededor de su ojo. Ya derrotado y todavía sin control sobre su cuerpo, dejó que se le abriera la boca y le saliera la viscosidad de güisquis y bocadillos, sin siquiera intentar torcer la cabeza o evitar el mantel de la mesa y menos todavía el traje con que se ataviaba.

¿Cuántas metáforas pueden derivarse de aquí? ¿Cuántas veces hemos sido el viejo que por borracho hace el ridículo frente a la familia y sus invitados? Metafórica y literalmente hablando, claro.

20 de mayo de 2011

Niños y Televisiones

Con no poco horror encontré en la televisión un grotesco programa donde niños y niñas eran sometidos a un supuesto concurso de talento. Una indefensa pequeñita maquillada como la más vulgar mujerzuela cantaba con ánimos artificiales un tema de Selena. Aquel otro chiquillo de cuando mucho cinco años contaba chistes con dobles y hasta triples sentidos sexuales que seguramente a él le tomará al menos otros diez años comenzar a comprender.

¿Qué clase de padres acomplejados hacen eso con sus hijos? ¿Cómo se atreven a aplaudir a la Selenita cuando es obvio que ella ni siquiera eligió la canción y ni siquiera le provoca emoción alguna la carrera de quien la interpretara? Es obviamente la madre quien siempre quiso ser Selena y que, al haber quedado tan lejos de serlo, proyecta ahora en su hija sus frustradísimos sueños. Y, ¿cuántas horas pasó el otro cándido memorizando su discurso de barrio bajo, restando tiempo a sus juegos y escuelas? Todo para que su padre vea en su hijo al Polo Polo que él no es.

17 de mayo de 2011

Fiestas y Pararelismos

Lo más triste que hemos vivido como generación es la finalmente lograda separación entre fumadores y no fumadores. Hoy, cada fiesta es dos fiestas: la de adentro y la de afuera. Se puede uno pasar toda la noche en la misma francachela que su hermano y apenas topárselo en el pasillo del baño... eso si es que siquiera llegan a verse.

13 de mayo de 2011

Vagabundos y Disoluciones

Regularmente, al vagabundo se le ve solo. Algunas veces, con animales. Muchas de esas algunas veces, con perros. Llamó entonces mi atención verlos no nada más juntos, sino hasta tomados de las manos, cargando sendos costales llenos de sabrá nadie qué inmundicias. Tan hollinada iba Vagabunda como Vagabundo; saturados ambos de ese empardecimiento que borra la distinción entre ropas, pieles y cabellos. Al atravesar la calle, Vagabundo algo le decía a Vagabunda, quien se lo celebraba riendo.

Frotar nuestras manos no produce nada más que calor. Sin embargo, basta agregar al menos una gota de cualquier líquido que si agua, que si jabón para que el proceso arroje algo más: mugre. Aquellas manos que parecían limpias son desenmascaradas por los líquidos, que escurren en tonos grisáceos. No se diga ya de las manos que lucen francamente mugrosas y de las que brotan gotas de un negro absolutamente opaco.

¿Qué pasará cuando Vagabunda y Vagabundo frotan sus cuerpos el uno contra el otro, unidos por dos puntos especialmente viscosos?

10 de mayo de 2011

Días y Madres

Cada diez de mayo nos aflora el matriarcado y volcamos nuestra devoción a las mamás, quizá más por inercia colectiva que por convicción, pero siempre muy bien recibida por las señoras (excepto por aquellas que he llamado Solteras Empedernidas). Cada mujer que haya parido al menos un hijo vivo se convierte en blanco de obsequios, chiplerías, felicitaciones y demás cosas lindas de parte de todos los que la rodean.

Mi casi nulo grado de conformismo me ha llevado a cuestionar este día feriado. O más bien, a cuestionar el modo en que celebramos este día feriado. ¿Por qué debo yo darle chocolates a la madre de otros? ¿Por qué abrazar a cuanta señora se me atraviese por el solo hecho de que en algún lugar alguien le dice “mamá”? Madre solo hay una y es a esa a quien cada quien debería agasajar. Nada más. No desbordes, concentra.

7 de mayo de 2011

Gente y Fotografías

La gente ordinaria se retrata en sus fiestas y reuniones. La gente alternativa —hipsters, que les dicen ahora—, documenta sus noches. La gente ordinaria detiene la charla y anuncia “vamos a tomarnos una foto”. La gente alternativa no deja de hablar mas que para dar chupadas a los cigarrillos. La gente ordinaria se agrupa en un extremo de la sala, de la mesa; se abrazan. La gente alternativa, a veces, quizá, voltea a ver a la cámara. La gente ordinaria elige a uno de los suyos para disparar la cámara... que pronto son dos, luego tres, luego cuatro, luego cinco y así hasta seis, siete u ocho cámaras. La gente alternativa es cazada por uno de los suyos, quien tiene una cámara profesional y quizá y hasta se dedica a la fotografía profesional. La gente ordinaria es lampareada por un flash, que además de blanquear las caras y hacer ver a las maquilladas como zorras de pueblo, arruina la iluminación del sitio y seguido devela horribles detalles en la decoración del lugar. La gente alternativa es discreta y repetitivamente capturada en imágenes con fondo y contraste. La gente ordinaria se va a casa con su propia foto, idénticamente horrible a las de las otras siete cámaras. La gente alternativa espera un par de días para descargar diez fotografías excelentes, logradas de las sesenta tomadas.

3 de mayo de 2011

Tiempo y Amigos

Existen los amigos de siempre y existen los amigos de moda. Los de siempre nos conocen los defectos, los de moda los secretos. Los de moda siempre tienen planes novedosos y conversaciones vertiginosas; nos invitan a sitios que desconocíamos en nuestra propia ciudad y nos presentan a otras personas igual de interesantes. Los de siempre parecen venir haciendo lo mismo desde hace años y las charlas con ellos son cálidamente predecibles y cómodas. A veces somos tramposos y mentimos a los amigos de siempre para irnos con los de moda, inventándoles pretextos que no se creen pero de los que no se quejan. A los amigos de siempre recurrimos cuando tememos que podamos llorar, a los de moda cuando tememos que podamos aburrirnos. No siempre conoce uno la casa de los amigos de moda, pero los padres de los amigos de siempre nos reciben con gusto. Generalmente, los amigos de moda duran un par de años; mientras que los de siempre, a pesar de no verlos un par de años, permanecen en el tiempo.

Este blog es uno de mis mejores amigos de siempre.